Un artículo de nuestra colaboradora Irene Tarragó
TERMINA EL CURSO
Ya llegamos al mes de junio. Termina el curso escolar y comienzan las vacaciones de verano. Para los estudiantes y profesores, porque a muchos padres y madres se encuentran ahora con un problema y es qué hacer con sus hijos mientras ellos no se cogen vacaciones. Para muchos está el recurso de los abuelos, pero no todos los tienen cerca o, simplemente, no los tienen. Otros, optan por llevarles a un campamento, pero no todos tienen la opción.
En nuestro caso, el verano es un momento extraordinario en el que nos juntamos toda la familia, al menos, unos días. Este año nos vamos a Salou, a un apartamento donde cabemos los ocho. Salou me lleva a mis años de niña y adolescente pues mis padrinos tenían allí una torre y, muchos años, íbamos mis padres y yo a pasar unos días. Además, Salou es la playa de los zaragozanos y, como sabéis, yo soy de Zaragoza, aunque ahora viva en Madrid.
El pasado día 31 de mayo, celebramos el 70 cumpleaños de mi marido (aunque él había cumplido ya la edad el 30 de diciembre). Fue una fiesta estupenda. La hicimos en nuestra casa, junto al Pantano de Entrepeñas. Vino gente muy querida por nosotros desde Lorca, Coruña, Cartagena, Bilbao, El Prat, Tres Cantos, Rivas, Madrid, Pozuelo, Zaragoza. Nos hizo mucho calor, pero abrimos la piscina y los niños y mayores que quisieron pudieron darse un baño y refrescarse.
Deseo a todos los estudiantes que terminen con éxito su curso escolar. Y que paséis todos unas buenas vacaciones sin demasiado calor.
Es bonito reunirse y recordar. Encontrarse con viejos amigos que, aunque no veas, sabes que están siempre ahí. Y yo estoy convencida de que las personas con epilepsia tenemos una sensibilidad muy pronunciada en cuanto al sentimiento de amistad, de cariño, de sentirse querida. Lo sentí ese día, aunque el cumpleañero era mi marido, al que es muy fácil querer y de ahí el éxito de la convocatoria.
Deseo a todos los estudiantes que terminen con éxito su curso escolar. Que las familias puedan organizarse para esos días en que los niños ya tienen vacaciones y los padres y madres no. Y que paséis todos unas buenas vacaciones sin demasiado calor.
Irene Tarragó Pascau
