Las crisis epilépticas generalizadas son aquellas en las que todo el cerebro es el que produce la descarga que provoca la crisis.
Existen varios tipos de crisis generalizadas, aunque las más conocidas son las convulsiones o crisis generalizadas tónico-clónicas. Pero no son las únicas crisis epilépticas generalizadas.
Crisis tónicas: son crisis en las que la persona se pone rígida y puede caerse o perder el equilibrio.
Crisis atónicas: la persona con crisis atónicas pierde el tono muscular de todo el cuerpo y cae. Es como una marioneta a la que le han cortado los hilos.
Crisis mioclónicas: son crisis muy breves, en las que la persona siente una sacudida de las extremidades, que incluso le hace que se le caigan las cosas de las manos o pierda el equilibrio.
Crisis de ausencia: son crisis en las que la persona se queda parada unos segundos, como si la hubieran desconectado o apagado unos segundos muy breves y luego sigue con la actividad que estaba realizando, como si no hubiera pasado nada. Hay ausencias atípicas en las que se acompaña de pérdida del tono mucular.
Las crisis convulsivas, son las más llamativas.
Debemos asegurar la integridad de la persona alejando objetos peligrosos o protegiéndola de situaciones peligrosas.
¿Qué debemos hacer ante una crisis generalizada?
Las crisis generalizadas, en general no requieren de atención más que una simple observación para luego aportar datos a los profesionales de la salud.
Las crisis atónicas, tónicas, mioclónicas y las ausencias son muy breves y no requieren de ningún tipo de atención salvo que sean muy repetidas, en cuyo caso precisan de atención mñedica.
Las crisis convulsivas, son las más llamativas. Lo que debemos hacer es asegurar la integridad de la persona alejando objetos peligrosos o protegiendo a la persona de situaciones que le pongan en peligro. NO METER NADA EN LA BOCA NUNCA. Las mordeduras linguales son heridas leves que no precisan de cuidados especiales, más que una correcta higiene bucal. Una vez acabada la convulsión, podemos poner a la persona de lado, en una posición cómoda y esperar a que se recupere.
Los signos de alarma a tener en cuenta y por los que deberíamos alertar a los servicios de emergencia es en caso de primera crisis, crisis muy prolongadas (más de 5-10 minutos de duración) o crisis en las que no se recupere completamente pasado un tiempo prudencial.