Los perros de asistencia son compañeros muy valiosos para las personas que viven con discapacidades, proporcionándoles una mayor independencia, tranquilidad y apoyo. En el ámbito de la epilepsia puede incluso salvarles la vida.
Hay algunos perros que son capaces de detectar crisis antes de que se produzcan así como de socorrer a personas que están sufriendo una. Una forma de reducir la incertidumbre que viven constantemente las personas con epilepsia al no saber cuando van a sufrir una crisis.
Hay dos tipos de perros que dan soporte a afectados por epilepsia en función de su especialidad:
- Perros que detectan crisis: Son animales capaces de detectar cuando se aproxima una crisis (gracias a su olfato) y alertar al dueño antes de que esta ocurra pudiendo tomar las medidas de precaución necesarias. En algunos casos, perros que conviven con una persona afectada de epilepsia, acaban haciéndolo de forma natural, aunque la mayoría son adiestrados durante unos 18 meses.
- Perros ayuda: Han sido entrenados para encontrar ayuda o ayudar a su dueño durante y/o después de una crisis: retirando objetos que peden poner en riesgo al afectado, acercando un teléfono, buscando ayuda, permaneciendo al lado de la persona… Es posible que los niños menores de 12 años no puedan participar en el riguroso entrenamiento que necesitan estos animales. Por ello, hay la posibilidad de incluir a un padre, tutor, asistente médico u otro adulto como “pareja”, de modo que el niño y la familia pueden beneficiarse de este soporte.
No obstante, ambos canes aportan confianza y contribuyen de manera significativa a mejorar el bienestar emocional de los pacientes.