Un artículo de nuestra colaboradora Carme
Tengo epilepsia desde niña, nunca me la han conseguido controlar, tengo crisis que me dejan muy confundida y que me hacen perderme, puedo llegar a tener 20 al mes. Pero he tenido una vida muy normal, estudié fuera de casa de mis padres desde los 18 años. He ido a la playa a nadar, a bucear, siempre he ido en bici e incluso he hecho algo de escalada y esquí.
Mi enfermedad no ha condicionado mi vida. Nunca he tenido miedo. He tenido una familia que me ha tenido muy vigilada sin volcar en mí su temor. La prudencia es suficiente, he salido mucho con mis amigos por la noche, pero nunca he consumido alcohol ni he dejado de tomarme mis medicinas. Cuando mi corazón se acelera es muy probable que me dé una crisis, entonces he hecho deportes que no implicaran correr: judo, tiro con arco…
En el mundo laboral ha sido difícil, teniendo tantas crisis mucha gente pensaba que eran fingidas para librarme de trabajar. Las empresas privadas se interesan en las personas con discapacidades, pero cuando las discapacidades aparecen…
Mi enfermedad no ha condicionado mi vida. Nunca he tenido miedo.
Y sigo luchando, apunto todas mis crisis, pruebo nuevas medicaciones e incluso alguna operación. Encantada de participar en el proyecto de MJN.