Esta vez, no he querido hablar de mi experiencia con la epilepsia, sino que he querido dar un paso más allá y por eso, he hecho un artículo de cómo puede llegar a influir el deporte a las personas con epilepsia.
En mi opinión cualquier persona con epilepsia puede realizar todos los deportes, excepto algunos casos en particular. Lo que puede ocurrir es que, si vemos que podemos tener posibilidades de tener una crisis epiléptica, pues deberíamos tener mucha más precaución en ese momento haciendo el deporte que sea. Por tanto, en general, creo que el deporte siempre ayuda, tengamos o no epilepsia. La relación con las personas, los buenos hábitos y sobre todo hacer algo que nos gusta.
Supuestamente una persona esté sana y llegue a tener unos hábitos de vida saludables debe incluir en las rutinas la práctica de actividad física de forma habitual y continuada, siempre se ha dicho que una persona que tiene una enfermedad no puede hacer deporte y podemos ver que no es así, puede hacer deporte, pero debe ir con más precaución.
Hay estudios como el de la Academia Americana de Neurología, que han demostrado que participar en deportes organizados proporciona beneficios físicos y psicológicos1.
También se llega a decir que a una persona con epilepsia se le sugiere que haga ejercicio físico y practique deportes de forma activa porque será la forma que le puede ayudar a controlar las crisis epilépticas.
Cómo puede llegar a influir el deporte a las personas con epilepsia
Entre los aspectos positivos que proporciona el deporte a estas personas se encuentran: el acondicionamiento físico, la protección frente a la aparición de crisis, el alivio emocional (mejora su estado de ánimo y su autoestima), más adherencia al tratamiento farmacológico, mejora en el patrón de sueño, y mejora en la calidad de vida tanto de los pacientes como de las familias.
Sin embargo, una de las mayores preocupaciones que tienen las personas afectadas por esta condición neurológica, tiene que ver con el miedo a sufrir repetidas crisis epilépticas. Y en este aspecto, el deporte también puede ser un gran aliado para mejorar su duración y frecuencia. Sobre todo, siempre debe ser un deporte que no sea de riesgo y consultado con el neurólogo.
En este sentido también se cuenta con evidencia científica que ha demostrado que la actividad física habitual reduce las descargas epileptiformes interictales, mejorando el control de la epilepsia y del patrón del encefalograma2.
1 Kevin E. Crutchfield, MD. Managing Patients with Neurologic Disorders Who Participate in Sports Activities. 2014, American Academy of Neurology. Continuum (Minneap Minn) 2014;20(6):1657–1666. See the article
2 Capovilla G et al. Epilepsy, seizures, physical exercise and sport.: A report from the ILAE Task Force on Sport and Epilepsy. Epilepsia 2016:57(1):6-12. See the article