Cuando escribo estas líneas nos aproximamos al 13 de febrero, día en que este año celebramos el Día Internacional de la Epilepsia, pues ya sabéis que se celebra el segundo lunes de febrero.
Pero, las personas con epilepsia y sus familias convivimos con la enfermedad los 365 días del año. Es necesario que existan estos días más especiales en los que los medios, las administraciones, las asociaciones se hagan eco de esta enfermedad, se hable de ella, pongan el foco en personas que viven con esto y vayamos haciendo partícipe a la sociedad de lo que es y representa. Es cierto que las Asociaciones no dejan de hacerlo durante todo el año, pero no merecemos la atención de los medios y eso hace que la sociedad siga sin conocer los entresijos de la epilepsia.
Las personas con epilepsia y sus familias convivimos con la enfermedad los 365 días del año
El conocimiento hace que el miedo desaparezca. Si sabes a qué te estás enfrentando y qué tienes que hacer, el camino para poder aceptarlo está ya empezado. Y a la gente que no tiene la enfermedad igual: si saben qué es la enfermedad, qué pueden hacer en caso de crisis, que a ellos les puede pasar en cualquier momento… si tienen un conocimiento, aunque sea mínimo, sobre la epilepsia, irá disminuyendo el bullying en los colegios o la falta de trabajo. No se puede discriminar por una enfermedad.
Con los pocos medios que tengo, trato de divulgar cuanto puedo las características de esta enfermedad. En cuanto a este día que se acerca, estoy tratando de cerrar una entrevista radiofónica y una mesa informativa. Son cosas pequeñas, pero no podría estar sin hacer nada sabiendo que con estas cosas puedo ayudar, aunque sea a una persona.
Un abrazo a todos los que tenéis epilepsia y a vuestros familiares.
Y siempre calma, mucha calma.
En todo el mundo, unos 50 millones de personas padecen epilepsia
Cerca del 80% de los pacientes viven en países de ingresos bajos y medianos
Se estima que el 70% de las personas con epilepsia podrían vivir sin convulsiones si se diagnosticaran y trataran adecuadamente
En muchas partes del mundo, los enfermos de epilepsia y sus familias sufren estigmatización y discriminación
Fuente: OMS